16/5/12

El Gallinero

Hace un par de meses vivíamos en un piso en la ciudad y ni se nos pasaba por la cabeza, pero, cuando decidimos mudarnos a una casa con un pequeño terreno, lo vimos claro. Huerto, por supuesto. Pero, ¿por qué no acompañarlo con unas gallinas?
Bien, pues nos pusimos manos a la obra para buscar información sobre el tema, ya que la gente no acostumbra a criar gallinas en la ciudad e ignorábamos hasta las cosas más elementales como la alimentación o los cuidados básicos.
Por una parte, consultamos la Biblia de la vida en el campo, el libro "El huerto familiar ecológico" de Mariano Bueno, donde explica las necesidades mínimas de un gallinero ecológico, así como algunos ejemplos de gallineros sencillos de construir, con material en su mayoría reciclado, para economizar al máximo.

De ese libro y de algunos blogs -los cuales citaré cuando consiga reencontrarlos- cogimos varias ideas, como:

- Una gallina (ponedora, hay que diferenciar de las que son para comer) puede poner entre 200 y 300 huevos al año, por lo que con 3 gallinas debe haber de sobra para una familia de 4 personas que únicamente pretenda tener huevos para su consumo propio.
¡¡¡200-300 huevos al año por gallina!!! Pero eso qué es??!! Es una barbaridad...cómo lo hacen??
Hay que tener en cuenta que en verano y en invierno, cuando las temperaturas son extremas, ponen menos huevos, por lo que el resto del año cada gallina está poniendo prácticamente un huevo diario!!
Con este cálculo y siendo tan solo 2 humanos en la casa, decidimos que compraríamos 2 gallinas (Hipacia y Agripina), aunque como habréis visto en las fotos, recientemente hemos ampliado la familia con la tercera gallina (Melitona).

- Las gallinas necesitan espacio suficiente tanto interior como exterior para desarrollarse con normalidad, alimentarse y descansar. La zona interior debe estar cubierta (que para eso es interior), tener espacio suficiente para todas las gallinas, con perchas (palos) en alto donde puedan descansar y serrín o paja actuando como suelo natural.
Se recomienda que ahí sea donde se instale el ponedero, ya que a las gallinas les gusta tener intimidad cuando ponen y además los huevos estarán más protegidos del exterior. El ponedero se puede hacer fácilmente con una caja de fruta o similar. En la siguiente foto se ve el nuestro, que ya explicaremos más adelante cómo lo hemos hecho:



La parte exterior será un espacio al aire libre (tan grande como podamos permitirnos), donde estarán el bebedero, el comedero y todo el parque de atracciones que queramos montar. En nuestro caso les tenemos puesto un palé modificado, para que suban por los peldaños, un neumático con tierra dentro, para que se den baños de tierra con los que se limpian y algún otro palo para que suban y bajen. Pero sobre todo, lo importante es que tengan suelo de tierra, donde poder escarbar, buscar bichos y brotes frescos. Con eso pasarán el día entretenidas y sin parar de comer.
Además, hay que tener en cuenta que la gallinaza (excremento de gallina) es un abono magnífico para la tierra, por lo que podremos usarlo posteriormente o mezclarlo en el compostero, en caso de tener uno. Es por esto que algunas personas recomiendan construir gallineros móviles, para poder cultivar en bancales sobre los que previamente ha habido un gallinero, para poder aprovechar la gallinaza. Así, el gallinero cada cierto tiempo se mueve de sitio, de manera que a lo largo de un largo período pueden dejar un terreno extenso libre de malas hierbas y bien abonado, listo para su cultivo.


                                                         Hipacia y Agripina

-Comida, por supuesto se pueden alimentar con pienso compuesto, pero sinceramente para eso es mejor comprar los huevos en el supermercado, ya que sabrán igual y ahorraremos dinero. 
No obstante, nosotros les ponemos pienso compuesto, para asegurar una alimentación completa, pero a parte les damos cada día restos de todo tipo de verduras, pan remojado en agua, maíz partido, a parte de los brotes y los bichos que ellas coman.
Con esa alimentación pensamos que se pueden conseguir huevos realmente sabrosos.
Además, ellas solas se administran la comida, por lo que puedes ponerles grandes cantidades sin problema. Cosa que no podemos hacer con Miki, ya que el pellejo no le da para más.

                                    Izquierda: pienso de las gallinas. Derecha: pienso de los perros.

Dicho esto, buscamos la ubicación del gallinero. Debía ser un lugar soleado, pero con partes sombreadas, y protegido de las corrientes de aire. Decidimos montarlo en la parte trasera de la casa, junto al huerto, aprovechando la protección contra sol y aire que gratuitamente ofrecen los árboles del vecino. Una vez situados, construimos el gallinero (como hemos dicho, más adelante le dedicaremos una entrada) y fuimos a por las gallinas a una granja cercana.

El precio de una gallina ponedora ronda los 5€, o sea, lo mismo que un paquete de tabaco, un cubata nacional...es decir, que una gallina con muy mala cara, desplumada y con código de barras para hacer un caldo vale casi lo mismo que una gallina viva que va a poner alrededor de 250 huevos al año. C'est la vie!!
Es así como llegamos a casa con Hipacia y Agripina, las cuales fueron bautizadas minutos después de su aterrizaje en el gallinero.
En un par de horas, en las cuales estuvimos sentados frente a ellas como si estuviésemos viendo una película, encontraron el comedero, el bebedero y el sitio donde descansar y desde ese momento se pegaron la una a la otra y hasta ahora donde va una, va acompañada.

Al principio temíamos por los gatos de la zona y queríamos proteger más la valla, pero parece ser que los gatos no les echan muchas cuentas a las gallinas. Quizá las ven demasiado grandes. Nuestros perros también las miraban sin pestañear, pero con otras intenciones, hay que tener cuidado con su instinto cazador!

                                                            Rocky y Micky sin pestañear

Después de la llegada de la tercera gallina, Melitona, sabemos que las gallinas tienen muy mal carácter con las nuevas, más aún si son de otra raza, por lo que hemos tenido que estar pendientes algunos días, incluso separarlas con una valla, porque la atacaban mucho. Ahora parece que se ha normalizado la cosa.



                                Hipacia mirando atentamente a Melitona cuando estaban separadas.

Aún no han puesto huevos, porque son muy jóvenes, pero creemos que en breve llegará el primero de Hipacia, que como su nombre indica es la más grande y está mucho más desarrollada que sus compis. Ya tiene la cresta formada casi totalmente y le está cambiando el color a un tono rojizo mucho más vivo. Por lo que hemos podido leer, eso es buena señal!!!
En definitiva, es una alegría ver como cada mañana, en nuestra infinita esperanza por encontrar un huevo (no habiendo tenido suerte aún), vienen corriendo a nuestro lado para que les pongamos alimento rico que no sepa a saco.
Seguiremos informando.

PD: Eggman!!!


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                    Actualización Regadera Verde 
 Julio 2013



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Os los llevamos a casa, 
¡recién salidos de la huerta!

5 comentarios:

  1. muy interesante el artículo. en mi casa se comen huevos de gallinas de mi campo :D.
    Fher.

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    Respuestas
    1. Pues mientras estas no ponen...ejem...tráete una hueverita, pare mío! Julia preguntaba si notabas mucha diferencia entre los huevos del campo y los del súper.

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  2. jajajaja, muero con la foto de Miky y Roky!!!!

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  3. Fher, ¿y en que notas la diferencia con los de mercadona?

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