La regadera verde: Prevención y tratamiento de plagas y enfermedades II

Queridos hortícolas- terrícolas! Empezamos la semana con esta pregunta:

¿¿Cuál es la diferencia entre estas dos fotos??

¡La diferencia es el tiempo! Porque sisisisisi.....¡Son las mismas lechugas! Han crecido a toda pastilla de forma silenciosa mientras nosotros estábamos entretenidos con otras cosas, que si plástico, que si cavar, que si plantar, que si regar...magnífica naturaleza, vaya regalos nos da casi sin darnos cuenta. Dentro de poco estarán para cogerlas, así que ¡deberíais empezar a reservar la vuestra!

Además estas lechugas, de semillas procedentes de Cantabria, tienen la capacidad de hacer cogollo ellas solas, por lo que no hace falta atarlas, lo que os decimos, como si fuera mala hierba, estamos encantados!

Retomando el hilo de la semana pasada, hay muchos métodos para intentar combatir a las plagas y las enfermedades con lo que tenemos a mano en nuestro campo. Esta semana os dejamos otras tres recetas.

INFUSIÓN DE ORÉGANO

Si el problema que tienes en el huerto es un ataque de cochinilla, puedes intentar remediarlo con esta infusión tan sencilla.

Cochinillas en sus formas más típicas (fuente: suculentastxemari.blogspot.com)

Solamente tienes que cocer una cuchara sopera de orégano seco en un litro de agua, colarlo y pulverizar las plantas afectadas.

Planta de orégano (fuente: fansfoodseverin.es)

RECIPIENTE CON CERVEZA

Si en vuestro huerto aparecen caracoles, hay gente que comenta que a estos pequeños seres conchados les gusta la cerveza, así que recomiendan poner un bote, envase de yogur, o plato hondo semienterrado en el suelo con este líquido elemento para atraerlos. Supuestamente caerán dentro del recipiente y no podrán salir, con lo cual los podrás quitar tú a mano al día siguiente. Como en todo hay detractores de este sistema que dicen que además de los caracoles también caen otros insectos que no son malos para nuestros huertos. Desde nuestra experiencia podemos decir que, con dos botes enterrados desde hace dos meses, hemos pescado de todo flotando en la cerveza menos caracoles, aún así ahí están esperando a que alguno caiga!

Caracol en la trampa (fuente: memoriasdeunatomatera.blogspot.com)

ACEITE BLANCO

Este preparado tiene un amplio espectro de acción ya que parece ser que mata por asfixia al pulgón, la cochinilla, ácaros, mosca blanca, orugas... A un montón de insectos que no nos interesa tener merodeando en grupos numerosos por nuestras plantas.

Se prepara con 2 tazas de aceite vegetal y media de jabón líquido puro o neutro. Solo hay que mezclarlo y agitarlo. Se usa pulverizando una mezcla de este aceite blanco con agua, con una proporción de 10 ml de preparado por litro de agua, al amanecer o al anochecer.

Esperamos que estos remedios naturales os sirvan de ayuda!!

Como podéis ver nuestra huerta va creciendo poco a poco, seguimos con el depredador de plantas, pero vamos intentando diferentes métodos para no quedarnos sin plantas, por ejemplo rodeando las plantas con trozos de botellas de plástico para impedirle que llegue a su jugoso tallo, que es lo que más le gusta con diferencia. También hemos probado con poner ceniza enterrada junto a la planta, pero el problema de todos estos métodos es que no podemos ponerlos en todas las plantas y no sabemos a cual de todas va a atacar, con lo cual estamos un poco cruzando los dedos a ver qué pasa.

Las acelgas y los repollos tuvieron un ataque de pulguilla que las dejó un poco tocadas, pero parece que de nuevo van cogiendo fuerza:

Y las lechugas cordobesas, quién lo diría con esta primavera tan llena de sobresaltos, se han adaptado perfectamente al clima pucelano y están creciendo a muy buen ritmo. Esperamos que sean todo un éxito.

La reforma de la semana ha sido proteger a nuestras lombrices del asedio de los pájaros. Hace unos días descubrimos que el montón estaba escarbado, pero no sabíamos por qué bicho exactamente, hasta que un día pillamos a un Mirlo dándose un buen festín con nuestras niñas. Mirad que agujero había hecho! se puede ver la parte húmeda:

Así que nos pusimos manos a la obra y tapamos todos los bordes con malla antipájaros que quitamos de las lechugas porque ya no las necesitaban. Al día siguiente había dos pájaros muy muy listos que se habían colado por dos agujeros y no podían salir, pero el resto de días, después de coser hasta el más mínimo resquicio por el que pudieran entrar, no hemos vuelto a ver ninguno dentro. Podemos sentir la mirada indignada de los pajarillos cuando nos acercamos, lo sentimos chicos, se acabó el buffet libre de proteínas!!