Pasó Mayo, pero nos dejó preciosas vistas y alegrías |
¡El verano ya está aquí!
¿Listos para disfrutar de la huerta en su máximo esplendor? ¡Nosotras desde luego que sí!
Pero antes de nada os traemos la tercera entrega sobre Hierbas Adventicias de la huerta. En esta ocasión hablaremos de otras dos que son muy conocidas, pero de las cuáles es posible que desconozcamos sus propiedades.
Se trata del Diente de León y el Panyquesillo.
Si te interesa leer las entradas anteriores sobre este tema, te dejamos aquí los enlaces:
Hierbas adventicias I (Fumaria y Mostaza Negra)
Hierbas Adventicias II (Malva y Cardo Mariano)
- DIENTE DE LÉON:
¿Quién no conoce el diente de león, con su característico globo pelosillo que soplábamos de niños? En nuestra huerta lo hemos tenido en flor raleando por entre grama y veza desde finales del invierno. Pero ahora cada vez más encontramos sus lígulas amarillas asomando por aquí y por allá, o un erguido cabillo con cabezuela calva después de haber despedido los vilanos a la conquista de nuevas tierras. Si hubiésemos recolectado sus hojas en roseta antes de salir la flor, hubiésemos degustado su sabor ligeramente amargo en una mezcla de hojas verdes en la ensalada.
Diente de león en flor |
Los bohordos floríferos (esos cabillos sin hojas que echan al florecer) recién cogidos pueden comerse crudos y tiernos con fin curativo, algo muy recomendable para combatir las afecciones hepáticas, pues toda la planta tienen en general esa virtud. También se le atribuye la capacidad de depurar la sangre, sobre todo a la raíz. Hemos encontrado diferentes preparados y curas, pero nos ha llamado la atención una receta de miel o jarabe que no podemos resistirnos el compartir con todos vosotros:
"Cuatro puñados de flores de dientes de león se ponen a hervir a fuego lento en un litro de agua fría. Se le da un hervor y se retira la olla del fuego. Al día siguiente se vuela todo y con las manos se exprimen bien las flores. Al líquido se le añade un kilo de azúcar moreno y medio limón cortado en rodajas (si está tratado se quita la pies). Se remueve todo y se pone la olla al fuego sin taparla. Para que se conserven las vitaminas se deja a fuego muy lento. Así se va evaporando el líquido sin hervir. Hay que dejar enfriar la masa una o dos veces para constatar su consistencia. El jarabe no debe estar demasiado espeso ya que al guardarlo se cristalizaría con el tiempo. Pero si está demasiado claro se estropea pronto. Tiene que quedar a modo de una miel: se puede comer con pan para el desayuno y está delicioso".
Diente de león |
- PANYQUESILLO:
Panyquesillo |
Tenemos la suerte de que florece prácticamente todo el año, así que si recolectamos la planta entera algo antes de que se seque y preparamos con ella un cocimiento, un jarabe o una tintura, nos podemos beneficiar de su acción regularizadora de la menstruación, tanto para los casos de hemorragia como su contrario. En general se acepta que puede detener todo tipo de flujos de sangre. Pero no queda ahí la cosa, pues otro uso bastante menos conocido y del que María Treben da muy asombrosas referencias es el de ayudar con todo tipo de enfermedades musculares. Bien, pues la única forma de comprobarlo ya sabéis cual es. ¡Ya nos contaréis!
Panyquesillo, junto a Macer |
Os animamos a investigar, descubrir y aprender sanamente.
¡Hasta la próxima!